Santuario William Faulkner

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Es la obra más escandalosa del gran escritor americano William Faulkner de la primera mitad del siglo XX. Esta novela tuvo la fortnua de conocer una gran difusión en la década de los treinta, en pleno apogeo de la prohibición, se le ocurre que lo mejor que puede hacer es poner en escena personajes alcohólicos y destapar la actividad de los burdeles. La novela gira en torno al personaje femenino Temple Drake, joven muchacha de buena familia que se escapa una noche del colegio con un hombre borracho, el coche en el que escapan chocará en las proximidades de una casa vieja desvencijada que ha sido transformada en café por una pareja de negros. Varios personajes al borde de la embriaguez más absoluta entran entonces en escena. Temple será violada por el enigmático Popeye y se cometerá un asesinato…
A la depresión de la joven Temple que decide refugiarse en un burdel de Menphis, se superponen las pesquisas policiales. Tal y como muestra de manera preclara André Malraux, la novela policíaca es finalmente un elemento secundario del libro puesto que el lector conoce al asesino durante una buena parte de la novela. Lo que cuenta, es la descripción del desarrollo de los personajes y la irrupción progresiva del mal: los protagonistas parecen ser juguetes rotos de la fatalidad (de ahí la célebre frase de Malraux: “Es la irrupción del tragedia griega en la novela policíaca”.